Grupo socialista del Ayuntamiento de Astorga
Como en un espectáculo de magia de los de antes, el truco está en desviar la atención. El mago agita una mano para que el público mire fijamente, mientras con la otra hace el verdadero truco.
En Astorga, el equipo de gobierno local del PP parece haber aprendido bien este arte: nos invitan a aplaudir, porque se han pintado unos bordillos, se han colocado unas papeleras o, algo totalmente inaudito, Astorga se llena de visitantes en agosto. Pequeños gestos que no deberían tapar los grandes asuntos que se están cociendo a espaldas de la ciudadanía.
Porque mientras nos tienen ocupados, en pleno agosto, cuando todo el mundo está pensando en sus vacaciones, el gobierno autonómico, la Junta de Castilla y León, con la que el actual alcalde, además de compartir partido político, presume de tener una gran relación y una gran amistad, ha aprobado el Plan Regional que da vía libre a la planta de residuos industriales de San Justo de la Vega, declarándola de “interés general”. Un plan que se impone por encima del criterio del municipio, de la comarca y de los vecinos, eliminando cualquier control local sobre el futuro de nuestro entorno.
Este «interés general» no es el de los astorganos, ni el de los peregrinos que pasan por el Camino de Santiago, ni el de los hosteleros, comerciantes o familias que viven del turismo y de una ciudad limpia y saludable. Es el interés de las grandes empresas que quieren convertir Astorga y su entorno en el vertedero industrial de Castilla y León con el beneplácito del Partido Popular y, por lo que se ve, con especial aplauso de sus mandatarios astorganos.
Por si fuera poco, otros proyectos avanzan en silencio al norte de la ciudad: la planta de biogás del Val de San Lorenzo se encuentra en fase de presentación de proyecto y la planta de biogás y tratamiento de lodos en Piedralba sigue su curso, pese a ser denunciada en multitud de ocasiones. Si no se frenan, entre lodos, residuos industriales y plantas contaminantes, vamos a conseguir que Astorga deje de ser una ciudad atractiva para el turismo, el desarrollo económico sostenible y la vida familiar. Lamentablemente, la ciudad ya no estará llena de turistas en agosto.
¿Qué se está haciendo por los actuales gobernantes municipales del PP? ¿Qué postura firme han tomado frente a estos proyectos? Porque no basta con plantar flores en las rotondas mientras nos plantan vertederos a la puerta de casa. Es hora de que dejemos de mirar la mano que nos agita el cepillo de pintura y miremos la otra, la que está firmando autorizaciones que hipotecan nuestro futuro.