El pasado 27 de marzo, y tras haberse filtrado el día anterior, el Obispo de Astorga, Monseñor Jesús Fernández, comparecía en rueda de prensa, acompañado del vicario general, para anunciar oficialmente su nombramiento como nuevo Obispo de la Diócesis de Córdoba, de la que tomará posesión el próximo sábado 24 de mayo, a las 11 horas, en la Mezquita-Catedral.
La Nunciatura Apostólica comunicaba la decisión del Santo Padre, el Papa Francisco, que fallecería menos de un mes después, de nombrar a Jesús Fernández González como Obispo de Córdoba. Hasta esa fecha, don Jesús ha seguido pastoreando la Diócesis de Astorga como Administrador Diocesano de la misma, una diócesis que le despedirá este domingo con una eucaristía de acción de gracias “a Dios por el tiempo que ha regido la diócesis asturicense”.
Al tiempo que el Obispo agradece las múltiples manifestaciones de cariño y gratitud recibidas en estos días, desea cumplir con esta acción litúrgica lo que loablemente indica el Ceremonial de los Obispos cuando indica: “Es conveniente que el Obispo que ha sido promovido a otra sede, convoque a su pueblo a una acción litúrgica, para despedirse de él, y con él dar gracias a Dios por los beneficios recibidos durante el tiempo de su episcopado” (Ceremonial n. 1156)”.
Esta celebración será este domingo, 18 de mayo, a las 18 horas en la S.A.I. Catedral, una cita a la que están invitados todos los sacerdotes y fieles de la Diócesis. La Seo se abrirá a las 17:30 horas y los sacerdotes asistentes deberán estar en la Catedral quince minutos antes del comienzo de la celebración.
A las 18 horas comenzará a la Eucaristía de Acción de Gracias y, a lo largo de la celebración, intervendrán varias personas que representan a los diferentes estados de vida de la diócesis y a los cuatro arciprestazgos. También participarán diferentes autoridades civiles y representantes de asociaciones y al finalizar la Eucaristía tendrá lugar un momento especial de agradecimiento a don Jesús. A las 19 horas, está prevista la celebración de un vino español en el Seminario de Astorga.
En su comparecencia, Monseñor Fernández, visiblemente emocionado, recordó que “cuando aún no se han cumplido los cinco años de mi ministerio aquí, el Papa Francisco me nombra Obispo de Córdoba. En primer lugar, agradezco vivamente al Santo Padre se haya dignado confiarme esta misión en una Iglesia que, como ésta, tiene profundas raíces históricas y alberga un hermoso patrimonio de santidad, cultura y fe”, apuntó.
“En este momento, el Señor, por medio de la Iglesia, me pide dejar esta comunidad eclesial. Lo hago desde la disponibilidad y obediencia al Papa Francisco, y sin ocultar el desgarro interior que supone para mi dar este paso. Después de la venturosa peregrinación con la Iglesia particular de Santiago, la llegada a Astorga supuso para mí una vuelta a mis raíces y a mi tierra leonesa. Aquí he trabajado con intensidad y entusiasmo, sintiéndome siempre apoyado por los sacerdotes y por todo el Pueblo santo de Dios. Ahora, de nuevo parto hacia tierras lejanas dejando personas muy queridas y proyectos recién estrenados”, detalló Monseñor Fernández.
El Obispo agradeció “la acogida calurosa y el acompañamiento delicado que esta querida Iglesia particular de Astorga me ha dispensado a mí y a mi familia” e invitó a todos a seguir con los proyectos en marcha. “El Señor, a través de su Iglesia, me envía ahora a pastorear la Diócesis de Córdoba y me pongo ya a su disposición”.
Jesús Fernández, nacido el 15 de septiembre de 1955 en Selga de Ordás (León) y que fue designado Obispo de Astorga el 8 de junio de 2020, ha mantenido desde el pasado marzo al máximo, aunque con retoques, su agenda especialmente en lo que se refiere a la visita pastoral.
A partir del 24 de mayo, la sede estará vacante y será el Colegio de Consultores el que regirá la Diócesis y designará al administrador diocesano hasta la llegada de un nuevo obispo. Así, existe un plazo de ocho días desde que la sede quede vacante y es necesario el apoyo de ocho de los once miembros del Colegio de Consultores. El administrador debe cumplir una serie de requisitos aunque no tiene por qué ser el vicario general.
