En estos momentos, aún no se da por extinguido el fuego de Ferreras de Cepeda y Riofrío que a principios de semana amenazó pueblos y obligó a elevar su nivel de riesgo a 3.
Los sindicatos han salido a criticar a la Junta de Castilla y León porque hay una insuficiente cobertura de las casetas de vigilancia de incendios forestales. En concreto, la caseta de Pozo Fierro, que debía ser la que tuviera control sobre la zona, no tenía a su vigilante trabajando.
Ya en 2015 esta misma caseta no tenía avistador y un fuego que se volvió incontrolable acabó por calcinar más de dos mil hectáreas en Villameca, Palaciosmil y Quintana del Castillo.

(Foto: X Brif Tabuyo)