LA ESPADA Y LA PLUMA – Ricardo Magaz
Acabo de ver «La frontera», miniserie de cinco capítulos, dirigida por María Pulido y Yolanda Centeno.
El metraje se adentra en un periodo clave de la historia reciente de España: los años en los que la banda terrorista ETA asesinaba y mantenia en vilo a la sociedad. La serie sitúa la acción en 1987, cuando la cooperación entre España y Francia resultaba vital para frenar el terror del tiro en la nuca y las bombas. Desde ese pilar, se construye a mi juicio un thriller de ambientación precisa, que recrea con acierto la atmósfera de finales de los ochenta.
María Pulido, con quien acabo de grabar una hora y media de intensa entrevista para un documental sobre uno de los asesinatos más sonados de España en la última década, opta en «La frontera», junto a Yolanda Centeno, por una narrativa templada que, con buen juicio, evita la deplorable «casquería» y se apoya en la tensión de las miradas y los silencios.
Con un interesante reparto, encabezado por Javier Rey como capitán de la Guardia Civil, el argumento se apoya en un atentado con coche bomba etarra en París.
Es importante subrayar que la serie evita equidistancias y justificaciones que serían inaceptables: muestra el terrorismo de ETA como lo que fue, una actividad criminal. El thriller cumple por consiguiente una función esencial: recordar desde la ficción que ninguna causa legitima la violencia.
