Mientras los fuegos que han asolado en las dos últimas semanas la comarca se dan por controlados o incluso por extinguidos, la bronca política crece en decibelios.
Este viernes, efectivos de extinción como los de la BRIF Tabuyo que seguían vigilando posibles rebrotes en el incendio de Llamas de Cabrera en el sector de Corporales-Saceda, fueron desplazados hacia Anllares del Sil para trabajar en la extinción de este fuego en la zona norte de Laciana, cerca del límite con Asturias porque su asistencia en el fuego de Llamas ya era menos necesaria.
También, y aunque el Teleno aparece aún envuelto en una nube de humo, el fuego que amenazó varios pueblos del municipio de Lucillo el pasado fin de semana, parece definitivamente sofocado. El ayuntamiento maragato ha publicado un bando de agradecimiento a los que participaron en la extinción y el control del fuego para que no entrase en sus pueblos.
Y mientras los humos se van disipando, se hace más densa la bronca política y este viernes la oposición al completo obligó al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a comparecer ante el parlamento autonómico para dar explicaciones de la acción de la Junta de Castilla y León ante los incendios.
El PP se quedó solo votando en contra de esta petición de comparecencia que todo el resto del arco parlamentario exigió. Ahora la mesa de la Cortes deberá ratificar la fecha para esta comparecencia que se prevé para la próxima semana.
Mientras tanto los pueblos afectados tratan de recuperar la normalidad, aunque en algunos casos, la situación acarreada por los fuegos obliga a modificar las agendas previstas para estos días. Así, el Ayuntamiento de Truchas ha cancelado la vistosa subida de pendones al castillo de Pañarramiro que se iba a celebrar el 13 de septiembre.
