LAS TORCAS – Isidro Martínez
¿La portavoz parlamentaria necesita jefe de gabinete? La foto de los cuatro astorganos del PP con Muñoz certifica la buena relación, Nieto más cerca por su cargo orgánico. El futuro es inescrutable, dijo el Señor, pero soñar cuesta poco y podemos ganar en respeto, educación y buenas maneras, ¡que falta hace!
No recuerdo que algún concejal reconociera lo obvio: la acumulación inmobiliaria no aporta felicidad sino gastos. Tomás Valle y Ángel Iglesias se fueron a la Casa de Panero a presentar dos nuevas salas. Los informadores no conocieron los documentos, se quedaron a la puerta. Entonces recordé la canción de los cincuenta: ¡qué bonita la casita en Canadá!
Valle, encargado del negociado, narró: los espacios ocupan “oficinas” de los Amigos de la Casa Panero comandados por Perandones. No entramos en el asunto. ¡Allá ellos con sus desencuentros y quejas! Como el arreglo del jardín que espera los euros que legó el músico Evaristo Fernández, que no acaban de llegar al proyecto.
Y dos: la Casa Panero se abrirá ahora porque “el presupuesto de personal no da para más”, apuntó el edil (los museos astorganos son deficitarios, algo que tampoco recuerdan mucho). Una ayuda de la Junta para contratos estivales de refuerzo permite dotar de trabajadores a la institución. El resto del año, visitas previo acuerdo con Turismo. Lo que nos lleva al meollo.
La ciudad dispone de dos/tres museos y otros dos diocesanos, además del dedicado al tiempo y los relojes. Con el calor acuden los turistas; el resto de meses las salas flaquean. Reconocer lo obvio (inflación de locales) ante el alcalde en funciones tiene mérito.
El ayuntamiento reúne un cuartel de la policía local, en obras desde hace dos décadas. Además del actual en el antiguo instituto y, añado, se gestiona la cesión del viejo ambulatorio para los polis. ¿Qué hacemos con el vacío en construcción y con el que dejarán? Los depósitos de agua sin uso serán para actividades de jóvenes. ¿Cómo se financiará el personal de atención y limpieza? O ¿se privatiza?
Habilitar edificios vacíos (Servicios Sociales vacío, el de Diputación a cien metros acumula polvo desde hace veinte años, al tenderete del mosaico no llegan las teselas, el…) no provoca posibilidades. Furor inmobiliario sin estudio de futuro no soluciona nada. Seguimos en la cuerda floja de diez mil habitantes, reducción de escolares y escasa inversión privada empresarial. Reconocer que los ladrillos, aún con jardín, no dan felicidad al Ayuntamiento puede ser el primer paso para ofertar más ayudas a los vecinos y menos edificios.
El verano será divertido. O no, porque los permisos… Ingenuidad: ¿si la diócesis tuviera obispo se habría tenido en cuenta abrir la tumba del obispo Grau? Lleva enterrado 132 años y ahora van a ver si sigue incorrupto (fue embalsamado al morir en Tábara en 1893, durante la visita pastoral, aunque no creo que quieran convertir restos en reliquias) o si en el túmulo construido por Gaudí se guarda algún documento viral o mundial.
Los muertos, cien años después, se han ganado el respeto, el silencio y la paz eterna de su rincón con tierra. Pero con este calor todo es posible.
Dicen que es por el año de Gaudí, 2026. Tendrán que desenterrar, entonces, al gran Antonio, que otros quieren hacer santo. Todo este invento tal vez reconozca que Guereta construyó, o casi, la mitad del palacio del obispo asturicense, me asegura un experto, aunque muchos sean reacios a la realidad.
Unas 20 personas desempleadas trabajarán en Astorga estos meses con fondos aportados por Junta y, menos, Diputación. El Ayuntamiento ha estado certero en las gestiones. Sugerencia: para completar el programa, el municipio podría aportar fondos propios para contratar más personas aunque fuera a costa de pavimentar una calle menos. La gente debería contar más que las losetas.
En Valderrey dan en el clavo: que los diputados financien solidariamente los 8.000 euros que les ha supuesto que el juzgado firme por escrito que la unanimidad de estos políticos de excelente sueldo apoyó un error. No lo harán, pero estaría muy bien: que pagaran los que causaron el destrozo.
Recordaba la tele la azucarera de Monzón de Campos (Palencia). Hace años que cerró. Las viviendas son una ruina, los edificios se desintegran y los recuerdos se pierden, aunque encontraron uno que relató su vida en el edificio. Hace menos años, cerraron la factoría de Veguellina. Las viviendas tapiadas, el chalet del director se cae a pedazos y los edificios fabriles presumen de achaques. Queda el suelo, pero en esta tierra sobran solares y no hay industrias previstas.
La Bañeza, tampoco hace falta imaginar: viviendas despoblándose, naves languideciendo y solar sin alternativas, ¡demasiado grande! Será un alivio (aunque con un coste tremendo), este invierno: aunque baje la niebla, no sentirán el olor dulce de la molturación. Se acabó… casi todo.
Nos queda pádel en plaza Mayor.
