La Plaza Mayor de Astorga acogía en la tarde de este domingo, bajo una ciudad llena de humo, una concentración que congregó a varios centenares de personas para solicitar la declaración de nivel de emergencias por los incendios desbocados que asolan la provincia de León. Esta convocatoria, promovida por un grupo de ciudadanos, se llevó a cabo por la mañana también en Ponferrada y en la tarde de este lunes en la capital leonesa.
Durante la concentración, se dio lectura a un manifiesto en el que «no solicitamos, exigimos, porque somos ciudadanos en peligro mortal ya que se quema nuestro medio de vida, nuestras casas, nuestros recuerdos, nuestro patrimonio histórico y natural y no hay excusa que pueda esgrimirse ante esta emergencia, y es nacional».

Así, se hizo referencia al artículo 155 de la Constitución «en el que por el interés general del país el estado debe intervenir sobre una autonomía». «No es un problema sólo de Castilla y León, es un problema nacional, y los incendios se están uniendo constantemente para formar uno, tan inmerso que cuesta hasta imaginar».
Este manifiesto recordó que «los ciudadanos tienen expuestas sus vidas, por la inoperancia y carencia de recursos. Arden las casas en los pueblos y arden sus medios de vida, poco se dice de la gente del medio rural que vive de él. Pero abordando esta desgracia con visión de estado, se está perdiendo la capacidad productiva alimentaria, bien estratégico, y se está destruyendo el medio rural y con él su población», citaron al tiempo que gritaron que «manden todos los medios posibles» culminando con un aplauso para «todos los bomberos forestales, Brifs, agentes forestales, cuadrillas que, sin reconocimiento y en unas condiciones pésimas, siguen sacrificándose por todos» y un reconocimiento a todas los cuerpos del Estado que «están abordando esta situación catastrófica».

«No hay tiempo para discusiones políticas, el noroeste de España arde, si siguen así discutirán sobre quién se queda con las cenizas. Por humanidad y decencia exigimos nivel 3 ya», finalizaron.
Además, se contó con el testimonio denuncia de un bombero del operativo de la Junta de Castilla y León que leyó un comunicado de la ATIFCYL, la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León, en el que se exigía «la destitución inmediata de los responsables de la devastadora tragedia humana y medioambiental que vivimos en nuestra Comunidad y de la situación de extenuación en la que nos encontramos».
Después de los incendios de Navalacruz y de la Sierra de la Culebra «no han emprendido ningún cambio sustantivo en la gestión forestal y en el operativo de incendios y no hay un verdadero plan de prevención ni una planificación acorde a las necesidades del territorio», afirmó al tiempo que denunció «la precariedad e inestabilidad laboral y que no se cubren las vacantes» mientras «se despilfarra el dinero en licitaciones privadas cuando este servicio esencial tiene que ser 100% público, profesional y con condiciones laborales dignas».
