El Ayuntamiento de Astorga ha comenzado a colocar ‘al fin’ las islas móviles que desde hace meses estaban depositadas en la nave de la empresa municipal Ecoastúrica, unas islas -seis en total- que forman parte de la dotación de esta empresa municipal y que estaba previsto que se instalaran a lo largo del eje monumental.
Según ha podido comprobar esta redacción, al menos dos de estas islas se han ubicado en la zona del paseo Blanco de Cela (Muralla) sin respetar el documento aprobado por el Consejo de Administración de la empresa municipal de la basura y el pleno -constituido en Junta General- en el que, a propuesta del propio gerente, se establecía la ubicación para esta nueva dotación y, entre esas ubicaciones, no estaba dicho paseo.
Las islas, desconocemos si ésta será su ubicación definitiva o solo se han colocado de forma provisional como un ensayo, venían a sustituir al sistema de ‘quita y pon’ con todas las fracciones de residuos siendo, como se detalló en su día, un sistema más económico y armonizado que además contaba con una ubicación determinada según criterios técnicos y de seguridad ciudadana, tras la revisión interna de Ecoastúrica y la Policía Local sobre el terreno.
Estaba previsto que estas islas incluyeran la fracción orgánica -y de hecho en la nave de la empresa municipal se acumulan los contenedores marrones para que sean desplegados por la ciudad-, y las dos islas que ha podido ver esta redacción cuentan con fracción resto, vidrio, pilas y papel y cartón, por un lado, y envases ligeros, cartuchos de tinta, resto y orgánica, por el otro, aunque todavía no se ha implementado el reciclaje orgánico.
En estos últimos días se ha visto además en la zona centro que en algunos espacios donde se ubicaban los contenedores de ‘quita y pon’ se han colocado otros contenedores más grandes que permanecen todo el día sin ser retirados por la empresa municipal como sucedía hasta ahora con los pequeños contenedores verdes de la zona monumental.
Quedó pendiente, en la licitación de toda la dotación de la empresa municipal, la adjudicación del llamado ‘lote tecnológico’ que permitiría poner en marcha el sistema de pesajes, GPS o las tarjetas de los usuarios lo que supondría una mejora del servicio y un ahorro.