Este domingo se celebra el Día de la Iglesia Diocesana que, bajo el lema “Una llamada que cambia vidas”, busca contribuir al sostenimiento de la iglesia no solo desde un punto de vista económico sino creando conciencia de pertenencia a la comunidad. El Obispo de Astorga, Jesús Fernández, y el ecónomo de la Diócesis, Celestino Mielgo, invitaban a todos los diocesanos “responder a la llamada de Dios porque el Día de la Iglesia Diocesana nos ofrece la oportunidad de profundizar en la llamada divina y en la respuesta más adecuada de acuerdo con la condición de apóstoles seglares, personas consagradas o pastorales, una ocasión de discernir lo que Dios sueña para cada uno de nosotros”, afirmó el prelado asturicense.
Como es habitual, habrá una colecta especial en todas las parroquias de la Diócesis y el Obispo presidirá la misa de las 12 horas en la Catedral manteniendo además activos los canales habituales de donaciones por bizum o en www.donoamiiglesia.es. Coincidiendo con esta celebración, la Iglesia Diocesana hace balance de su actividad del 2023 en las distintas áreas y repasa las cuentas del pasado año arrojando unos ingresos superiores a los 6,8 millones de euros con una diferencia de algo más de 60.000 euros respecto a los gastos.
La asignación tributaria sigue siendo la principal fuente de ingresos de la Diócesis de Astorga con casi 4 millones de euros (el 57,80% del total) mientras que la aportación de los fieles supera 1,1 millones de euros, casi el 18%, y el apartado de otros ingresos corrientes –por servicios o subvenciones- supone casi el 17%. En el apartado de gastos, como es tradicional, el desembolso más cuantioso de la Diócesis tiene que ver con la conservación de edificios y gastos de funcionamiento que se llevan más de 2,7 millones de euros (casi 42% del total). Las acciones pastorales y asistenciales contaron con un gasto superior a 1,6 millones (24%) y la retribución del clero 1,2 millones (18% del total de gastos).
En el año 2022, los ingresos superaron los 7 millones de euros -lo que supone una reducción el pasado año de casi el 3%- mientras que los gastos fueron de algo más de 5,8 millones (+14,6%).
Pero más allá de los números, el ecónomo diocesano quiso poner en valor las actividades que a lo largo del pasado año se han desarrollado en la nuestra Diócesis que cuenta con una población de unos 220.000 habitantes atendida por 185 sacerdotes, 162 religiosos y religiosas, 304 catequistas, 68 monjas y monjes de clausura y 3 seminaristas. En total, la Diócesis de Astorga cuenta con 974 parroquias (y 10 monasterios) extendidas en un amplio territorio lo que obliga a que algunos sacerdotes tengan que atender medio centenar separadas por hasta 80 kilómetros. En este sentido, Mielgo alabó “la persistencia y la constancia de los sacerdotes” y reconoció la labor también de los voluntarios que colaboran en las pequeñas parroquias además de las casi 300 personas que sustentan la actividad pastoral en ausencia de presbítero.
El ecónomo puso en valor que nuestra diócesis es la tercera de España, por detrás de Navarra y Burgos, con más misioneros, un total de 382, y en lo que se refiere a la actividad caritativa y asistencial, el pasado año se atendió a más de 30.000 personas en 38 centros, siendo destacable la labor que la diócesis realiza en Kilela Balanda (Congo) con más de 28.500 beneficiarios directos e indirectos de los diferentes proyectos.
El pasado año se celebraron en la diócesis 685 bautizos, 659 comuniones, 283 confirmaciones y 142 matrimonios y, en la parte cultural, destacan los 33 bienes de interés cultural con los que cuenta nuestra diócesis –más otros dos que tienen incoado el expediente de declaración-, las 12 fiestas religiosas con declaración de interés turístico –ya sea provincial, autonómico o nacional-. El proyecto parroquias solidarias lleva dos veranos en marcha para ayudar también a las parroquias de pequeños municipios con distintas reparaciones y a crear comunidad. El pasado año, entre esta propuesta y el Día de la Iglesia Diocesana se recaudaron 18.000 euros, mientras que este año las parroquias solidarias sumaron poco más de 4.300 euros en donativos.
Patrimonio
El cuidado de los bienes patrimoniales es una preocupación constante de la Diócesis de Astorga. Por ello, y como respuesta a la necesidad de poner en valor nuestro rico patrimonio diocesano está en proceso de estudio –ya están elaborados sus estatutos y estructura- la creación de una fundación para la gestión de dicho patrimonio con un proyecto de gestión que una arte, fe y cultura.
Esta nueva entidad diocesana, bajo el nombre de Fundación para la gestión del Patrimonio Diocesano, quiere ser una herramienta que gestione la apertura de templos, museos diocesanos y parroquiales de manera directa o a través de convenios con otras instituciones públicas y privadas persiguiendo que el arte sea más conocido. Su fin es ser una vía de dinamización religiosa, económica, social y artística y también contribuir a la restauración y conservación de los monumentos para que se puedan transmitir a las generaciones futuras. “Arte, fe, cultura y dinamización social configurarán las líneas de actuación para promocionar nuestro rico patrimonio colaborando en el enriquecimiento cultural de nuestro territorio por medio de diversas actividades y conseguir que arte, fe y cultura sean motor de revitalización religiosa pero también de creación de empleo y dinamización del territorio para asentar población”, afirmó Celestino Mielgo.
