Quizás el partido de este sábado en La Eragudina no hubiera debido disputarse. A la hora del inicio, sobre todo en la portería del fondo este, una lámina de agua hacía difícil incluso sostenerse de pie. Se trabajó para intentar sacar el agua, incluso con una bomba y cuando pasaban 45 minutos del tiempo fijado para comenzar el partido, el balón rodaba (es un decir) por La Eragudina.

Aun con el partido iniciado tres cuartos de hora más tarde, el campo seguía estando en condiciones deplorables y los jugadores hacían bastante con sujetarse de pie. Con imprecisiones y un derroche físico enorme, Astorga y Cristo intentaron buscar el gol; más el Astorga, con las aperturas por banda de Álvarez y Albertín y buscando siempre la referencia de Mas.

El segundo tiempo iba por el mismo camino hasta que el Cristo, en la primera ocasión en la que se acercó a la portería del Astorga, que defendía en el segundo tiempo en la parte menos embarrada, consiguió hacer gol basculando bien un balón que la zaga astorgana pudo haber defendido mejor. Era el minuto 55 y el Cristo encontraba una ventaja que no había merecido.

El partido siguió por la senda de imprecisiones a la que obligaba un campo que, a pesar de haber dejado de llover, seguía pareciendo más una piscina. Para colmo de males, Carlos Mas acabó expulsado por una entrada a un rival que apenas hubiera debido merecer la amarilla. Lago, tratando de dar descanso a sus jugadores más bregados fue dando paso a Pablo del Valle, Manu Martín, Calvete y Ribeiro, pero parecía que el naufragio del Astorga era inevitable.

Sin embargo, la fe hizo que ya en el descuento, Dani Ceinos encontrase el camino de un gol que rescata mucho más de un punto: la Arandina a esas horas había perdido 2-4 en su campo con el Mirandés B y el Burgos Promesas tampoco pasó del empate en su visita a Villaralbo. Falta saber qué hará en la jornada del domingo el Tordesillas que recibe al Ciudad Rodrigo para saber cómo quedan los perseguidores del líder Astorga.
